El Día de los Difuntos es una celebración de origen prehispánico en los se hace referencia a la muerte y a la vida después de la muerte. En nuestro país se celebra 2 de noviembre, coincide con la celebración del día de los difuntos y de todos los santos. Esta fecha se conmemora con una amalgama de tradiciones de las culturas originarias y ritos católicos que varían en cada una de las provincias. Las familias se reúnen para compartir oraciones, música, visitas en los cementerios, flores, cruces, ofrendas, los platos típicos: el champús, la colada de churos, la colada morada y las típicas guaguas de pan. Todo esto forma parte de esta importante celebración.
En los pueblos y nacionalidades del Ecuador, el día de los muertos es un masivo encuentro entre vivos y muertos. Esta fecha es muy esperada para tener una comunicación directa con los seres amados que han partido, a través de sus alimentos favoritos que son llevados al cementerio en abundantes cantidades para ser compartidos y así homenajear a quienes ya no lo pueden disfrutar. Algunos taitas, mamas y guaguas son los denominados rezadores o rezadoras quienes realizan oraciones, cantos por cada “alma bendita” y así pueden disfrutar de los alimentos ofrendados.
Durante cinco siglos ritos católicos y andinos se han fusionado para dar vida a esta particular celebración, en donde el principal componente es el dar y el recibir como parte de la cosmovisión andina de una vida en comunidad.
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